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Mostrando entradas de febrero, 2013

MANO DURA (2)

Coincidencialmente cuando me disponía a plasmar estas cortas líneas, observé y leí un artículo sugiriéndose por parte de su autor algún comentario sobre el tema tratado, el cual, obviamente hice. Siendo, como señalé, coincidente el tema, como dice el refranero popular "me cayó como anillo al dedo". La violencia en Medellin y sus Comunas, cuestionándose la forma de "poder" y el "poder" mismo que se quiere evidenciar ante los ojos ciudadanos pero por parte de un grupo al margen de la ley. Obviamente, coherente con mi posición, en las posibilidades del twitter escribí:   " El único que esta revestido del "poder" como tal es el Estado pero no lo ejerce; por eso otros lo hacen..." Y es absolutamente cierto; dentro de un Estado Social de Derecho es el mismo Estado quien se encuentra legitimado por su "poder" en toda su abstracción, para su defensa en el entendido obvio de cualquier tipo de amenaza que pretenda desde suplant

MANO DURA (1)

Acaso no nos enseñó Jesus de Nazareth que en ocasiones la mano dura debe aflorar? La cita bíblica del Evangelio según San Juan 2: 13-16 es evidencia inexorable de ello, cuando, observando Jesus en lo que los mercaderes habían convertido la Iglesia los lanzó sin dubitación alguna. Esta enseñanza en nuestra cotidianidad ha de extenderse a innumerables episodios por virtud de la tácita permisividad que erróneamente es interpretada por quien suele ser infractor, en otras palabras, por quien es incapaz de discernir la respectiva situación y comprender que su actitud va en contravia. De ejemplos estamos plagados; desde la familia como núcleo fundamental de la sociedad  hasta el Estado mismo, como aquel abstracto ente donde todos confluimos y que por ser no otra cosa que la casa de todos, demanda y exige el compromiso solidario dirigido a velar por su absoluta integridad. Una sana y lógica visión de esa realidad no otra conclusión permite; de hacerse, no tendría sentido nuestra presencia en

FRACASO

Definitivamente el ser humano para todo tiene que prepararse, es decir, capacitarse y en muchas de las ocasiones hasta propender por la modificación de su mentalidad. La dinámica, a ello nos impulsa con el riesgo de que, de no aconductarnos como se nos exige por ella, el resultado esperado debe ser el fracaso. Sin mas prolegómenos, es lo que sucede con la justicia Colombiana ante la implementación del sistema acusatorio oral mediante la Ley 906 de 2004 donde se pretendía desterrar lo que traía y había dejado en nuestros operadores judiciales la Ley 600 de 2000 , donde absolutamente todo se hacía reducido a las desuetas maquinas de escribir para plasmarse indagatorias, declaraciones y en fin todo lo que el funcionario considerarse importante para la investigación que dentro de las paredes de su despacho pudiese recoger, lo que hacia imperioso como primera medida, de forma inexorable e impajaritable -como atrás se dijo- implementar una modificación en la concepción de la justicia y

JUEZ COLEGIADO

La enorme complejidad; el gran compromiso que sugiere y significa ser juez lo dejó sentado el insigne Francesco Carnelutti en sus "Miserias del Proceso Penal"; su pluma con indiscutido tino consignó: "El Crucifijo que, gracias a Dios, en las aulas judiciales, pende todavía sobre la cabeza de los jueces y que todavía sería mejor que se hubiese puesto frente a ellos, a fin de que puedan posar con frecuencia su mirada en él, está para significar su indignidad; es, no otra cosa, la imagen de la víctima más insigne de la justicia humana. Solo la conciencia de su indignidad puede ayudar al juez a ser menos indignos". Regularmente se observa a sus espaldas, detrás de él y del escritorio que les sirve como escudo a la reacción de sus no pocos yerros voluntarios e involuntarios que de hecho suelen atropellar. Ya que no solamente es el proceso penal donde se debe ejercer la majestuosidad, debe interpretarse como sencilla y llanamente dirigido el sabio mensaje o aquella