ASOMBRO
El asombro constituye la génesis de la filosofía, decía nada mas ni nada menos que Aristoteles. Y el asombro es connatural a la misma existencia como que ésta justamente propicia los fenómenos que permiten la posibilidad de admirarse o de asombrarse. Siempre he sostenido y justamente la secuencia vivencial permite de mi parte la confirmación, que todo es producto del sino que se nos ha marcado cuando arrimamos a esta inesperada e inexplorada vida. Efectivamente, en contravia a ello se dirá que porque razón y con qué licencia quienes verdaderamente atropellan la existencia y su lógica no les sucede absolutamente nada; que pareciese que la vida les premiara sus malos hábitos , pero resulta que solamente eso es lo que nuestros ojos ven. La vida es dispar en el entendido de que todos no venimos para lo mismo, excepto, la sagrada procreación. Pobres, ricos y dentro de ellos, unos más pobres y otros más ricos; algunos ebanistas, cantantes, motoristas; ora ingenieros, abogados o médic