!!SINVERGUENZAS¡¡

Los errores y las equivocaciones en este tráfago existencial estan a la orden del día; de hecho con fundamento en tales yerros nos llenamos de experiencia para, con fundamento en ella, con un alto grado de probabilidad escoger lo que nos es conveniente, y no.  Pero, lo raro y extraño es que en ocasiones raya con la estupidéz y la imbecilidad la terquedad del ser humano que una y otra vez tropieza con la misma piedra y, lo que es más jodido, en el mismo lugar.

Bajo esta premisa seguimos pensando -y me incluyo para que no se ofenda el receptor del guante- en la transparencia, honradez y honestidad de los políticos y, sobre todo de quienes venden esa imágen con la única y exclusiva intención de someter al incauto e ingenuo de turno que le ha costado entender que a aquellos personajes el pueblo no le interesa un comino; que estos personajes solo nos recuerdan en épocas como por la que atravesamos en el momento, electorales, donde nos necesitan para poder alcanzar la Dependencia del Estado, ora una Alcaldia, una Gobernación, el Congreso, los Concejos Municipales, la Asamblea y la misma Presidencia de la República, donde finalmente harán de las suyas con el erario.

No hay Colombiano que no hable, que no se refiera lanzando como debe ser, duras palabras y críticas contra ese cáncer que hizo metástasis en todas esas corporaciones: ¡la corrupción!, si ¡la corrupción! que, según el famoso escritor tulueño Gustavo Alvarez Gardeazabal en su famosa "Perorata" dice "que es el gran problema de Colombia..." que "no es ni el narcotrafico ni los gringos ni la guerrilla sino la corrupcion", sí, la corrupción como ese enorme y nefasto fenómeno que como la Hidra de Lerna en la mitología griega tiene muchas cabezas por virtud del cercenamiento de una de ellas produciendo su paulatina multiplicación, como acá los corruptos con sus muchas formas de expresión y no solamente la que se ha entendido común y popularmente como la apropiación directa o indirecta del erario, sugestivo botín que en últimas es lo que motiva a la inscripción para ubicarse en el partidor hacia una de  aquellas corporaciones publicas donde finalmente harán de las suyas olvidando las muchas promesas como inveterada posición en estas épocas electorales, donde tales calculadores personajes cuentan además con la gracia del olvido del mismo votante que siendo burlado una y otra vez, vuelve y tropieza con la misma piedra votando por los mismos sinverguenzas.

Es que corrupción constituye en esencia todas las manifestaciones del abuso del poder para la obtención y satisfacción de todos los deseos personales y familiares, es decir, el gobernante de turno o el funcionario investido por una de cualquiera de las citadas corporaciones, utilizando los mecanismos poco y nada ortodoxos a los que pueda recurrir, obtendrá finalmente todo cuanto desee, en detrimento obviamente del Pais y del pueblo a quien se debe finalmente por mandato Constitucional.

Entonces, así como se espera y se anhela el momento en que los políticos finalmente se aconducten y haciendo un gesto de solo patriotismo y de eminente servicio social que por antonomasia es el ejercicio de la política, de igual forma por parte de los ciudadanos su gallardía para rechazar el "plato de lentejas" y/o "el puesto", como armas inveteradas para doblegar su conciencia. En ultimas, estos venales comportamientos del ser humano constituyen la razón del desmadre político y social, ya que los encargados de timonear el barco llamado Estado, finalmente lograron su cometido y tienen la licencia para hacer y deshacer, que es lo que continuamente observa impávido y resignado el pueblo de quien, ya es la hora, cuente con dignidad ciudadana.