"COLOMBIA, POTENCIA MUNDIAL DE LA VIDA"

"Colombia, potencia mundial de la vida" constituye otra de las frases célebres creadas por Gustavo Petro para continuar vendiéndose como el mesias salvador de Colombia y del planeta entero a quien le difundió desde sus primeros meses de gobierno que había llegado para ser el redentor del mundo solucionando el problema climático que, en verdad hace estragos, pero no es el tema ahora como sí el significado y fáctica realidad de su desafortunada frase "Colombia, potencia mundial de la vida" cuando la verdad es que se aleja radicalmente de la realidad ya que "la vida" aquí en Colombia literalmente pende de un hilo, pero no como para catalogarla como "potencia de vida" en su acepcion de "capacidad generativa" porque la misma brotase o cayese, como si la vida germinase cual cultivada planta, sino, contrario sensu, por el fenómeno, hecho o acontecimiento que hace probable y posible su destrucción, bajo otra exégesis, porque "en potencia" o "potencialmente" es latente y pervive el riesgo de esa vida por las condiciones sociales permitidas, toleradas y hasta bendecidas.

En una "Colombia, potencia mundial de la vida" -como se quiere vender- no habría tanto muerto producto de homicidios que a diestra y siniestra se causan a diario, ora por ser el metodo delincuencial para finalmente despojar de algún bien al honesto y desprevenido ciudadano, ya por ideologias políticas muy a propósito de la época electoral que se avecina que hasta ahora arroja una pluralidad de candidatos asesinados, cuando, en uno y otro caso, es el Estado el que debe velar por la seguridad ciudadana mediante los diferentes mecanismos que justamente fueron creados para ello, pero no, tanto el uno como el otro se encuentran indefensos, inermes y  expuestos a toda suerte de la sí blindada delincuencia Colombiana. En un Estado "potencia mundial de la vida" este derecho fundamental tendría y debería, primero, respetarse y segundo, garantizarse cual mandato Constitucional; no en vano fueron  creadas las autoridades policiales, militares y judiciales sino para propender por la defensa, entre otros, del sagrado derecho fundamental a la vida de todos sus naturales.

Colombia no es precisamente eso que se le difunde al mundo. Lejos se esta de ello, entre otras cosas, con esta permisividad y tolerancia delincuencial. No basta sino encender el televisor para que se despliegue la información incesante de muertes, ya por robar un celular o porque no se accedió a una extorsión, etc. Eso no es ser "potencia mundial de la vida", contrario sensu sería y es "potencia mundial de la muerte" porque realmente lo que también pende de un hilo justamente es ella, la parca.

Frases celebres y vacuas como "el gobierno del cambio" o "la paz total" que no resisten un somero análisis.