NO MAS CAMPO A LA CORRUPCIÓN.

Cuál es la solución para erradicar un mal inveterado y endémico como lo es la corrupción? De hecho, no es la aplicación o consumo de una especie de analgésico como para cualquier patología que extendiéndose y comprometiendo gravemente al ser debe ser separado muy seguramente para evitar la consabida metástasis, misma que con respecto al mal que nos aqueja viene expandiéndose a lo largo y ancho de nuestro País con la absoluta complacencia de todos nosotros quienes en últimas terminamos por elegir o mejor, permitir que aquella patología que comporta el fenómeno de la corrupción, continúe haciendo metástasis. Causa desconcierto y a la vez debe causar vergüenza mundial que semejante flagelo se haya apoderado de nuestro País como la misma guerrilla y el narcotráfico, con el agravante que sus autores obviamente hacen parte de organismos del Estado; en otras palabras, quienes se dicen estar a la dirección de una u otra forma del Estado de Derecho que es Colombia, son los mismos que le desangran hurtándose los dineros del erario público, dineros que juraron destinar para el beneficio del pueblo que decidió votar por ellos creyendo sus promesas.

Sin eufemismos, la desfachatez y falta de consideración que los corruptos tienen por el pueblo al quitarles sus recursos, debería aplicarse para con ellos privándolos no solamente de su libertad física sino de todos sus derechos confiscándoles esta vida y la otra, justamente por lo sagrado que es el jugar y colocar en riesgo el bienestar de todo un pueblo que le ha confiado su futuro. Para ellos resulta supremamente tentador y fácil saquear las arcas y robar esos dineros y, depositandolos en un paraíso fiscal que no faltan, esperar la irrisoria intervención de la justicia Colombiana que a la vuelta de unos cuantos meses le permitirá ir a disfrutarlos, por virtud de rebajas soportadas en colaboraciones que les permitirían un principio de oportunidad, de allanamiento a los cargos, institutos estos que no deberían cobijarlos.

Como todas esas posiciones lógicas por demás y de las que me atrevo a señalar que ningún Colombiano sensato se opondría, no pueden prosperar porque sus inmediatas quejas encontrarían eco en la muy conocida Alta Corte por aquello de los vulnerados derechos de la igualdad que entre otras cosas no es absoluto porque bajo ese prurito se cometen toda clase de despropósitos en nuestro País en contra de quien su bienestar nunca puede colocarse en riesgo: El Pueblo, es a nosotros mismos a quienes nos toca tomar partido en aquella buscada y anhelada solución.

Es hora de darnos la pela, parodiando el refranero popular y darnos cuenta de una vez por todas que quienes pretenden llegar a un cargo público y sobre todo, prometiendo el oro y el moro, solamente es motivado por saquear las arcas públicas, acompañado de su séquito que se encarga de hacerle eco. Es problema de cultura finalmente.

Siempre ha existido el contrapunteo en época electoral, pero llegue quien llegue, siempre ha sido lo mismo, luego, parodiando nuevamente, el balón está en nuestras manos. No más por favor. Tomemos conciencia de la situación que azota nuestro País y que finalmente terminará por hacerlo inviable.

Es que, para finalizar y tocar aquella conciencia que no puede sustraerse al fenómeno por lo increíble e inaudito, a quién sino es a personas que no merecen serlas, se les ocurre inventar un alumnado para defraudar los recursos de la educación?