MAS SOBRE CORRUPCIÓN...HAY QUE ACABARLA

No es posible que actualmente, contando con el conocimiento directo e indirecto de todos los actos de corrupción que engrosan la historia pretérita y actual de nuestro País, observemos manifestaciones de alborozo de la ciudadanía acompañando la inscripción de un candidato para un puesto público que solamente aprovechará para llenar sus arcas privadas y las de su séquito que inescrupulosamente, como él, decide acompañarlo en la masiva estafa. Hoy al observar en mi Palmira natal una tal situación le pregunte a un transeúnte el motivo de la algarabía y me informó que estaban acompañando una inscripción de un candidato que verdaderamente lo ignoro quien hubiese sido pero me llamó la atención para sentarme aquí y plasmar estas líneas, que, a propósito complementan la pasada que refería la corrupción de los funcionarios públicos. Cuántas de las personas que engrosan esa romería tienen conciencia de la situación y cuántas lo hacen esperanzadas en que algún carguito podrán ocupar en su mandato para bien o mal ganarse algunos pesos, ora producto de su sueldo o de la forma como fuese, porque para el caso y conforme conciencia que se tiene no importa de donde proviene. Porqué motivo no se puede hacer un alto en el camino y observar hacia el futuro donde estarán nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos, etc., a quienes, de continuar el avance de la corrupción solamente les corresponderá huir del inviable País ya que no habrá ninguna esperanza de vida sino para los que se le adueñaron. Hay que posar los ojos en la lontananza y como dice el comercial, masticar la situación de desesperanza que se avecina de continuar el caos que produce la corrupción.

De hecho, es claro que difícilmente un candidato absolutamente independiente logre algún propósito a no ser que masivamente el pueblo lo acompañe, lo que contiene igual dificultad justamente por el manejo populista de aquellos políticos y politiqueros que se aprovechan justamente de esa situación, razón por la cual terminan plegándose al tradicional partido restandole de inmediato esa independencia y señorío en sus decisiones, por lo que resultará un fiasco sus promesas. Si de alguien se puede esperar que fije sus ojos en el pueblo como razón primaria del ejercicio de la política y que le cumpla todas sus promesas, es a un candidato totalmente independiente, que no haga caldo de cultivo para la corrupción al adherirse a un partido político.

Eso se obtiene con sensatez, con un momento de reflexión y sobre todo, siendo altruistas ya que el bienestar no solamente es actual sino futuro.